17 Nov Aprender a enseñar
Para poder enseñar bien, primero hay que aprender a enseñar bien. Todo lo que se observa en un aula es solo la punta del iceberg de un gran trabajo anterior. Para llegar a ser un buen profesor se necesita tener como cimientos el saber desarrollar conocimientos, habilidades y técnicas.
Hoy en día en el que internet puede tener respuesta para todo y darte la información de todo, es muy difícil seguir manteniendo la llama de la emoción por aprender del alumnado. Aun así hay cosas que solo los profesores pueden hacer, y las clases no solo se basan en teoría, sino también en práctica y ahí es donde hay y habrá que incidir más.
Como admite Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense (UCM), “En la Universidad (en todo el mundo), la formación específica para docentes es ocasional y voluntaria. Nos formábamos recibiendo clases, haciendo una tesis, dando clases y opositando, para lo cual es condición imprescindible estudiar”. Al final se aprende de tus profesores, dando clases y compartiendo experiencias con los compañeros, resumiendo, es un proceso de imitación.
Pero poco a poco las cosas están cambiando. Ahora todo está mucho más sistematizado a través de un Centro de Innovación Educativa que propone sesiones formativas, mentoring individualizados y manda a profesores a seminarios internacionales.
También a un nivel más escolar, el Ministerio de Educación presentó el nuevo marco con el que se definirán, desarrollarán y medirán las habilidades que los estudiantes deberán dominar para insertarse en la sociedad global del siglo XXI. Son 20 habilidades, definidas en su conjunto como la «capacidad de resolver problemas de información, comunicación y conocimiento así como dilemas legales, sociales y éticos en un ambiente digital”.
A fin de cuentas, dar clases es didáctica y que es la didáctica sino un arte de enseñar y como todo arte, esta también cambia y evoluciona.
Alberto López
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