06 Oct Septiembre, el mes de los cursos
Aunque Septiembre ya ha pasado, podemos analizarle desde la distancia.
Es el mes por antonomasia para comenzar cursos y junto con Enero, son los meses del inicio de los nuevos hábitos.
¿Y porque no Abril, o Noviembre? Se podría decir que es una suma de factores.
- Recuerdos del pasado. Cuando éramos pequeños el curso escolar comenzaba en Septiembre, y así fue durante 14 años (más o menos) de nuestra vida, lo que nos dejó muy marcado que Septiembre es el inicio de un nuevo curso.
- Vuelta a la rutina. Esto puede tener connotaciones negativas, pero nos sirve como excusa para buscar algo que nos motive y que nos haga salir de esa rutina.
- Mes de recuperación. Después de un verano que, el que más o el que menos, ha salido, viajado, y/o cometido muchos excesos, vemos en Septiembre, ligado también a la rutina, una oportunidad de corregir los errores y excesos cometidos.
- Ilusión. El verano ha hecho como de “reset” en nuestras vidas, entonces buscamos algo ilusionador para afrontar este nuevo curso.
Evidentemente, no solo con recuerdos e ilusión podemos conseguir superar satisfactoriamente nuestros cursos o aplicar nuestros nuevos hábitos.
Dicen que si repites algo durante 21 días seguidos, lo conviertes en hábito. Esta afirmación es la base para llegar a conseguir nuestro objetivo.
Para ello antes de apuntarte tienes que estar 100% seguro que el curso al que te vas a apuntar es lo que te ilusiona, lo que necesitas, y fundamentalmente, al que vas a poder ir.
Esta última afirmación puede sonar muy vehemente, pero tener planeada una agenda e incorporar el tiempo que ocupa el curso a tu vida diaria es un paso que hay que estudiar, encajar y cumplir.
La mayor parte de la gente fracasa a la hora de conseguir terminar un curso porque no han conseguido terminar el primer mes del curso, es decir, que antes de que terminase el primer mes, ya habían dejado de ir a clase.
Por eso hay que ser perseverante, como en casi todo en esta vida, y sobre todo en los primeros meses, en los que debemos cuadrarnos una agenda y cumplirla si o si, excepto por causa mayor.
Si tenemos un objetivo, además de saber cuál es, hay que saber cómo lo voy a conseguir, y que pasos tengo que dar para ello.
Alberto López
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